En los últimos años, los partidos de béisbol se han convertido en un campo de desarrollo tecnológico sin precedentes. Se analizan decenas de estadísticas al momento como la velocidad de lanzamiento, el ángulo de bateo, la distancia de la carrera, el tiempo de reacción… Cualquiera que vea un partido de béisbol por televisión sin ser conocedor del deporte podría pensar que está viendo una actualización en tiempo real de las acciones en bolsa del IBEX35.
Los distintos equipos utilizan las estadísticas que proporcionan softwares como TrackMan, Rapsodo o Hawk-Eye para analizar el rendimiento de sus jugadores.

El tenis es uno de los deportes que incorporó la tecnología de forma más temprana. El Ojo de Halcón es el sistema que se vincula con mayor frecuencia a este deporte. Consiste en un sistema de cámaras y software que recrea en 3D la trayectoria de la pelota para determinar si fue dentro o fuera. Se utiliza para desafíos en torneos y como árbitro automático en algunos eventos.
Además, al igual que en el béisbol y en muchos otros deportes, se utilizan numerosos softwares para medir el rendimiento de los deportistas. Tennis Analytics, SAP Tennis Analytics (usada en la WTA) y Infosys ATP Stats son algunos de ellos.

El fútbol americano es un deporte extremadamente complejo cuando se refiere a cuestiones de estrategia y estadística. En Europa no se consume con frecuencia, pero en Estados Unidos se tiene muy en cuenta el uso de la tecnología para mejorar el rendimiento colectivo de los distintos equipos.
Se utiliza el Next Gen Stats. Un sistema que usa chips RFID en los uniformes y el balón para rastrear posición, velocidad, aceleración y trayectorias en tiempo real. Este software genera datos como: Tiempo para lanzar del quarterback, yardas recorridas por los receptores, probabilidad de pase completo o anotación según patrones de juego.
Además, la NFL hace uso de cascos con sensores para detectar impactos peligrosos y detectar posibles conmociones cerebrales.
