Entrevistamos a Héctor Alonso, licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Marywood (Estados Unidos). Durante su etapa en el país norteamericano, trabajó como reportero gráfico en las cadenas de televisión WNEP y WYOU, pertenecientes al prestigioso periódico The New York Times. Tras su regreso a España, su país de origen, cursó un Máster en Periodismo Deportivo en la Universidad Rey Juan Carlos. En territorio nacional, ejerció como redactor en Real Madrid TV antes de asumir la dirección de HA10. En la actualidad, imparte clases de Periodismo Deportivo en la APDE (Asociación de Periodistas Deportivos Europeos), donde forma a jóvenes estudiantes que aspiran a convertirse en periodistas deportivos.
«Sí, desde muy pequeño me atraía contar historias y estar cerca del deporte. Siempre he sentido una fascinación especial por la narrativa detrás de cada partido o competición. Con el tiempo, descubrí que el periodismo deportivo me permitía combinar dos de mis grandes pasiones: la comunicación y el deporte».
«Muchísimo. Cuando comencé, la inmediatez no era tan exigente y las redes sociales apenas estaban empezando. Hoy en día, los tiempos de reacción son mínimos, los formatos se han diversificado y la exigencia tecnológica es altísima. Es algo que también intentamos transmitir en el Curso Superior de Periodismo Deportivo en Eventos Deportivos de la APDE, donde formamos a los alumnos para adaptarse a esa realidad cambiante».
«Han traído ventajas y desafíos. Por un lado, permiten una conexión directa con el público y nuevas formas de contar historias. Por otro, han generado una presión constante por ser el primero, a veces en detrimento del rigor. Lo importante es que los futuros periodistas sepan usarlas con responsabilidad, algo que trabajamos mucho desde HA10 y el curso superior que impartimos en la APDE».
«Mejoraría la profundidad y la reflexión. Echo en falta más reportajes cuidados y menos titulares hechos para generar clics. También considero clave que el periodista tenga formación práctica real, como la que damos en HA10, donde los alumnos cubren eventos deportivos desde el primer día».
«Sí, hay muchísima diferencia. Aunque pueda parecer lo contrario, el fútbol es, con diferencia, el deporte más complejo de cubrir, al menos en España. LaLiga pone muchas restricciones y llega incluso a dificultar el ejercicio del derecho a la información. Muchos clubes, como el Real Madrid, no permiten repreguntar en rueda de prensa y solo aceptan preguntas que previamente han sido aprobadas. Esto limita muchísimo la labor del periodista. En cambio, deportes como el surf, el floorball o las artes marciales, aunque requieren más preparación previa, te dan acceso directo a los protagonistas y una libertad mucho mayor para contar historias auténticas. Por eso, desde el Curso Superior de Periodismo Deportivo en Eventos Deportivos de la APDE, animamos a los alumnos a no centrarse únicamente en el fútbol y a abrirse a disciplinas que les permitan crecer profesionalmente con más autonomía y contacto real con los deportistas».
«Vi una carencia de formación práctica en muchos programas académicos, y decidí ofrecer un modelo donde los alumnos pudieran ejercer como periodistas reales desde el primer momento. Con HA10 y el curso superior de la APDE, combinamos la enseñanza con el trabajo sobre el terreno, algo que yo mismo eché en falta cuando empezaba».
«La falta de atención al detalle. Cosas como no contrastar una fuente, no respetar los tiempos o no preparar bien una entrevista. También cuesta a veces entender que el periodismo deportivo exige tanto rigor como cualquier otra rama. Pero con trabajo, lo superan».
«Mal momento como tal no diría que haya tenido, al menos no uno especialmente grave. Pero sí es verdad que muchos alumnos llegan con una idea idealizada del periodismo deportivo, porque lo ven en la tele o en redes, y cuando entran en el curso superior y ven la realidad, se dan cuenta de que aquí hay que trabajar mucho, ser tremendamente organizados y estar siempre preparados. Empujar a esos alumnos al cambio de mentalidad a veces cuesta, pero forma parte del proceso.
Luego, anécdotas hemos tenido de todo, claro, llevamos más de diez años: nos robaron un micrófono en Sevilla en una Copa del Rey, vivimos una pandemia —que fue un momento durísimo—, pero que también nos hizo crecer como medio y como formadores. Así que, sinceramente, más que malos momentos, diría que ha habido muchos aprendizajes… y los buenos han sido infinitos».
«Me gusta seguir creciendo como profesional y como formador. Mi objetivo es consolidar aún más el curso superior de la APDE, seguir ofreciendo oportunidades reales a los jóvenes periodistas y abrir nuevas puertas a deportes menos visibilizados como el surf. ¿Trabajar en grandes medios? Nunca lo descarto, pero ahora mismo me motiva más construir desde aquí, generando cantera».