El pasado domingo, el Atleti jugó contra el FC Barcelona el partido correspondiente a la jornada 28 de liga. El partido terminó con 2-4 a favor del conjunto catalán tras 70 minutos en los que el Atleti mantuvo el partido bajo control.
El conjunto del Cholo no pudo aguantar la intensidad impuesta por el equipo más en forma de Europa actualmente, que remontó dos goles en a penas 25 minutos y enterró del todo las esperanzas ligueras del conjunto rojiblanco.
La temporada pintaba bien para los seguidores del Atlético de Madrid, que vieron cómo la directiva sacaba la cartera para formar un equipo serio y competitivo. Sin embargo, en a penas una semana, las esperanzas de levantar la liga y la codiciada UEFA Champions League se esfumaron, quedando tan solo la Copa del Rey como última oportunidad para levantar un trofeo.
Sin embargo, tanto los jugadores como los aficionados del Atleti pueden mantener la cabeza alta a pesar de los batacazos deportivos. Porque salieron a someter al Real Madrid en un partido en el que el Metropolitano se vistió de Calderón durante 120 minutos y en el que la afición apoyó al equipo de forma incondicional a pesar del resultado. Y porque, tras quedar eliminados de la Champions de la forma más dolorosa posible, volvieron el domingo para arropar a los jugadores y para agradecer el esfuerzo que supone tratar de reponerse de un golpe anímico tan fuerte como el del pasado miércoles.
Es lógico pensar que el Atlético de Madrid tiene carencias porque las tiene. Y es responsabilidad de la dirección deportiva paliar ese problema fichando jugadores de primer nivel, puesto que el Atleti debe aspirar a hacer una temporada digna de un equipo de primer nivel. Aún queda temporada en juego, y aún quedan partidos importantes. Pero algo de lo que no se puede quejar el aficionado rojiblanco es de no sentirse representado por los jugadores de su equipo.